Sara y Carlos se dijeron el sí quiero en una bonita ceremonia celebrada en la Iglesia de la Sagrada Familia de Torrejón, en Madrid. La cena tuvo lugar en el Hotel Aida de Torrejón, donde sus familiares y amigos disfrutaron de su felicidad.
Conocí a estos novios a través de un buen amigo fotógrafo especialista junto a su hermano Óscar, en fotografía deportiva, JOSÉ LUIS CARRASCOSA quien les habló de mí y mi trabajo como fotografo de bodas en Madrid. Tras un primer encuentro conectamos rápidamente y como mi trabajo que les enseñé les gustó, fui el encargado de contar la historia de amor de su Boda en Torrejón (Madrid) en imágenes.
No hubo preboda en este caso, no siempre las hay. Así que el reto era mayor pues en las sesiones de preboda se busca que haya un feeling (qué poco me gusta esta palabra), un acercamiento entre los novios y el fotógrafo de boda, buscando que los novios (que no están acostumbrados a posar), se hagan a la idea de que el día de su boda tendrán una cámara enfrente, buscando también esa complicidad para que el día de la boda el fotógrafo pase desapercibido y los novios vean como algo natural que se les esté haciendo fotos. Por eso es importante la preboda. Aquí os dejo una de ejemplo.
Llegó el gran día, y como os decía el reto era mayor al ir “ciego” a las primeras fotos con los novios. A pesar de la amenaza de mal tiempo por las lluvias caídas días atrás, ese día el cielo hizo una pausa y se abrió durante el día cerrándose poco a poco pero sin llegar a descargar agua. Las primeras fotos las hice a Carlos vistiéndose, con sus nervios típicos, rodeado de los suyos y deseando llegar a la IGLESIA DE LA SAGRADA FAMILIA de Torrejón de Ardoz (Madrid) donde se celebraba la ceremonia.
Después fui a casa de la novia, Sara, donde me esperaba vestida, con su madre emocionada al igual que ella misma. Poco a poco fui consiguiendo su sonrisa dentro de los nervios propios del momento, captando los detalles, las emociones de quien está a punto de unirse al amor de su vida.
Tras la ceremonia, sorpresa preparada para el novio, nos subimos a un Citröen del 57 que nos esperaba a la puerta de la Iglesia. Se me ocurrió montarme con ellos en el coche para ir haciendo fotos mientras nos dirigíamos para hacer el reportaje de pareja que hicimos en el PARQUE DEL CAPRICHO. La anécdota fue que el conductor del coche no había echado gasolina así que tuvimos que parar, con la consiguiente pérdida de tiempo. Causó sorpresa en la gasolinera. Y hasta un grupo de la Benemérita (Guardia Civil) que andaba por allí no paraban de hacerse fotos con sus teléfonos.
La tarde iba cayendo rápido y cuando llegamos al Capricho casi no nos dejan entrar. Tuvimos veinte minutos para hacer unas fotos de reportaje de pareja, prácticamente ya en oscuridad total. Y es que una cosa es lo que se planifica y otra lo que realmente pasa en las bodas. Fue un paseíto ameno y divertido donde los novios pudieron disfrutar de sus primeros momentos ya casados. De vuelta a Torrejón, llegamos al HOTEL AIDA , ya sin tiempo de coctel, para la cena donde la alegría de los invitados y los novios se desbordó. Gracias a Sara y Carlos por elegirme para hacer las fotos de vuestro enlace. ¡Un abrazo y hasta pronto!
Pepe Valenciano – fotografo de bodas en Torrejón
“La luna y el amor, cuando no crecen, disminuyen”
Proverbio portugués