FOTOGRAFIA DEL RAMO DE NOVIA
El ramo de novia, protagonista estelar de la fotografía de boda
Fotografía del ramo de novia.
¿Te imaginas una boda sin fotos del ramo de novia?
Impensable, ¿no?. Sin embargo, a pesar de ser un elemento esencial en la organización de una boda, muchas veces o casi siempre pasa desapercibido. No para las mujeres que asisten, obviamente. Los hombres no suelen fijarse, y el novio tampoco parece fijarse mucho; aunque después participa con el ramo de la novia dando paseos con su ya esposa al salir de la ceremonia. También participa junto a la novia cuando el ramo se entrega a los padres, amigas, etc. ¡Qué menos!, y es que, nosotros, los hombres, cada vez somos más sensibles, y deberíamos apreciar y disfrutar de este elemento tan significativo como es el ramo de novia. Sirva pues esta pequeña introducción para dar rienda suelta a lo que se me viene a la cabeza en el momento de escribir este blog o post.
Contando cosas diferentes…
Resulta que llevaba tiempo dándole vueltas a lo que tengo encima de los hombros pensando en escribir algo que no fuese solo de reportaje de preboda, boda, o incluso de fotos de postboda. ¡Hay tantas cosas que contar de una boda!. Así que dediqué tiempo a rescatar imágenes de los ramos de novias. Y también de esos otros ramos que se suelen entregar a las mamás, suegras y consuegras, abuelas.
Las anécdotas…
A lo largo de mis años ejerciendo como fotógrafo de bodas me he encontrado con multitud de situaciones y anécdotas de toda índole. Incluso culturas distintas donde el ramo de novia sí adquiere lugar principal, como por ejemplo en la boda en Guadalajara de Daniela y Denis cuyo rito indica que el novio va a casa de la novia y le entrega el ramo. Y ella le pone la flor en el ojal de la chaqueta del novio. Desde ahí parten juntos hasta el lugar de la celebración. Ese acto tiene más importancia para ellos que la sorpresa de ver el vestido de novia por primera vez cuando espera la entrada de ella en la ceremonial. Claro que la impresión de ver a su novia vestida de blanco será la misma, da igual el escenario. Por ello en esta ocasión no podía faltar la fotografía del ramo de novia.
También me he encontrado con situaciones no esperadas, increíbles diría yo. Como la sucedida en la boda de Raquel y José Luis en la Finca de El Hormigal, en Collado-Villalba (Madrid), cuando la novia se olvidó el ramo en casa. Mientras iba a buscarlo un familiar, ella, con todo el mundo esperando ya sentados la entrada de los novios, se fabricó rápidamente un ramo con las flores que adornaban la mesa donde se celebraba la Ceremonia Civil. Pues quedó genial, oye. Tanto le gustó a Raquel que en las fotos que hicimos del reportaje de pareja tras la ceremonia, todo dentro de la Finca El Hormigal, decidió que no iba a cargar con su ramo original, más pesado, sino que se llevaría el segundo que al fin y al cabo fue el que lució mientas se daba el sí quiero. Fue sin duda la anécdota de la boda.
La entrega del ramo de novia
¿A quién se entrega el ramo?. En realidad, es lo de menos. Lo importante son las sensaciones, las emociones, sonrisas al entregarlo, lágrimas al recibirlo. Da igual quién lo recibe, cada uno organiza y celebra su boda como quiere; no hay normas escritas y si las hay ¡rompamos el protocolo en este apartado de la boda!. Porque los sentimientos que emanan y fluyen en esos momentos están por encima de normas y reglas.
Un poco de Historia…
Debo reconocer que me encanta la Historia, me apasiona, así que no podía faltar aquí un poco de esto. Resulta que desde la Antigüedad las novias ya iban ataviadas con elementos florales. Así en Grecia y Roma los novios, ambos, tenían un collar por el cuello fabricado de hierbas aromáticas, según la creencia de que esos olores alejaban los malos espíritus y poseían poderes místicos. Incluso hay antecedentes de esto mismo en el antigu0 Egipto. El ponerse este collar alrededor del cuello podía significar la nueva vida de los novios, la futura fertilidad, la felicidad y la esperanza de una mejor vida juntos.
Avanzando por la Historia…
Muchos siglos después, en 1840, la Reina Victoria se casaba con el Príncipe Alberto de Sajonia llevando flores frescas que eran comestibles, sustituyendo así las hierbas aromáticas. Previamente a esta fecha, las flores las habían introducido los sarracenos en España y fueron llevadas por toda Europa por las Cruzadas. Estas flores se las comían tanto los novios como sus invitados y como dato curioso, las flores servían también para enviarse mensajes secretos entre los amantes según qué flor se mandaba, pues cada una tenía su significado. Así las cosas, se elegían las flores por su significado y no por sus características. En cambio ahora, en nuestros días, normalmente se eligen por sus características o según cuál pegue más con el vestido, que por su significado, a excepción hecha, claro está, del ramo de rosas, que es la flor del amor por exelencia.
Significado del ramo de novia…
No obstante, y aunque los propios novios e invitados no lo sepan, cada flor que compone un ramo tiene su significado. Estos son los más utilizados:
– Anemonas Blancas: encarnan los lazos mágicos del amor eterno.
– Calas: sencillez, nobleza y elegancia.
– Flores de Azahar: significan castidad e inocencia debido a su especial aroma. Muy usadas en las bodas celebradas por toda ANDALUCIA.
– Hortensias: parecen significar el espíritu luchador de la pareja.
– Lirios Orientales: representan la expresión máxima del «te amo con toda la pasión y locura».
– Lirios del Valle: quieren representar el amor duradero, la felicidad y también la suerte.
– Tulipanes Blancos: son la elegancia y la perfección del amor (si es que existe el amor perfecto)
– Peonias: significan deseo de felicidad y relación sincera.
– Rosas: el Amor con mayúscula, la pasión, amor profundo, especialmente si son de color rojo o rosa, porque si son rosas blancas significan suerte.
Momentos, emociones, …
Al llegar a casa de la novia para las fotos de los preparativos, el ramo espera a que la novia termine de vestirse. Me gusta fotografiar los ramos antes de empezar con la novia. Y me gusta también fotografiar a la novia primeramente con ramo (si no hubo PREBODA previa) o bien sin ramo inicialmente (si hubo PREBODA). Me explico: en el primero de los casos, el ramo sirve a la novia para templar sus nervios de ver al fotógrafo ahí delante cámara en mano y que no lo había visto desde hace meses cuando le contrató la boda.
El ramo de novia ayuda a templar los nervios…
Agarrarse al ramo de novia da seguridad a la novia. En el segundo de los casos, ya ha habido una relación previa novia-fotógrafo en las FOTOS DE PREBODA, por lo que el día de la boda, aún con los nervios propios del momento, la presencia del fotógrafo (al que ya conoce la novia), es incluso tranquilizadora, un balón de oxígeno entre tanto revuelo que suele montarse en casa de la novia.
En casa de la novia…
Las primeras fotos con el ramo en la mano son emocionantes, normalmente rodeados de familia mirando, y con alguna que otra lágrima que va cayendo por la intensidad del momento. Posteriormente, cuando la novia sale del coche para entrar en el lugar de la ceremonia, el ramo de novia ocupa un lugar destacado, de contraste con el vestido. Sirve también para que la novia tenga las dos manos ocupadas, pues la otra va sujeta a su cuerpo mientras el padrino la agarra por el brazo para entrar donde el novio está esperando.
En la ceremonia…
Durante la ceremonia, el ramo pasa a un segundo plano, como elemento decorativo delante de los novios y ahí descansa tanto el ramo como su portadora mientras dura la ceremonia. Terminada ésta, el ramo es protagonista en las fotos post ceremonia. Y cuando se hace el reportaje de pareja antes de ir al banquete (a no ser que haya POSTOBDA), el ramo empieza a cambiar de mano, pues el novio también participa (no siempre) de escenas fotográficas sujetando el ramo o simplemente haciendo que su novia descanse de llevarlo siempre. La verdad es que hay ramos que pesan demasiado y se acaban convirtiendo en pesadilla. Por lo general un ramo no debería pesar más un kilo. Pero de verdad que los hay que pesan mucho, tanto que dejan de ser un elemento cómodo para la novia.
En el banquete…
Ya en el banquete, el ramo adquiere otra dimensión, pues normalmente la novia tiene un destino para él. Es un momento mágico, el broche a una celebración (queda el baile y fiesta, claro). Y aquí también pueden ocurrir infinidad de cosas. Que la novia dé su ramo a esa amiga del alma, a esa hermana especial, a su propia madre, o a su propia hija (como ocurre cuando hay un segundo matrimonio con asistencia de hijos). He asistido como fotógrafo de bodas a esta escena y es la más tierna y emocionante de cuantos momentos de entrega de ramos de novia he vivido como fotógrafo. En estos momentos la fotografía del ramo de novia adquiere un significado especial para los novios.
Ocurre también, sobre todo últimamente, que se compran ramos de flores para dar a las mamás, suegras, consuegras y la abuelita, pues el ramo de la novia está reservado para alguien distinto. Finalmente, otro de los momentos divertidos es cuando la novia reúne a todas sus amigas (normalmente solteras) que se alinean para que la novia lance al aire su querido ramo. Por cierto, una costumbre muy arraigada en Estados Unidos. El ramo vuela por el escenario y las chicas se lanzan a su captura. Dicen que quien se hace con él, pronto encontrará pareja… Momentos intensos, donde la sonrisa es la protagonista.
Pepe Valenciano – fotógrafo de bodas
«Los amantes se arrojan, por fin, en brazos del otro. Pero no se necesita mucho arte para llegar ahí
sólo coraje y habilidad. En cambio, se adquiere reflexión, sabiduría y paciencia para
desafiar el hastío que sigue por lo común a la satisfacción del deseo»
(Lord Byron)