Boda en Ciudad Real Hotel Rural Coto de Quevedo
UN LUGAR ESPECIAL PARA NOVIOS ESPECIALES.
Hacer esta Boda en Ciudad Real Hotel Rural Coto de Quevedo, fue de las boda más divertidas que recuerdo. Cuando conocí a Almudena y Chemy, y me dijeron que se casaban allí, deseaba que llegase el día para pasar un fin de semana distinto.
La boda se celebraba en la Parroquia Nuestra Señora de los Olmos. Un templo construido en el Siglo XVI, erigida sobre los antiguos restos de una capilla del año 1243. Merece la pena detenerse dentro y admirar sus retablos, y ya que estamos, pasear por las tranquilas calles de este pueblo manchego llamado Torre de San Juan Abad.
Como fotógrafo de bodas, me encanta viajar y conocer sitios y lugares nuevos. Y esta boda es buen ejemplo de ello.
BODA EN CIUDAD REAL HOTEL RURAL COTO DE QUEVEDO
El Hotel Rural Coto de Quevedo Paraje de las Tejas Viejas, se encuentra a tan solo 3 kilómetros del pueblo, Torre de San Juan Abad. Como no podía ser de otra manera, los novios se vistieron y prepararon en el Hotel.
Así que antes de la ceremonia, hicimos las primeras fotos de los preparativos de los novios.
Previamente, la noche antes, fui conociendo más a su familia, en una divertida cena de bienvenida, donde aproveché para hacerles las primeras fotos a mis amigos los novios. Ello me sirvió también para conocer mejor el lugar, pensando ya en las fotos de pareja posteriores a la ceremonia, que haríamos en el mismo Hotel.
Como decía, hicimos las fotos de los preparativos. Primero al novio, y luego a la novia. Iba de una habitación a otra según se iban vistiendo…
UNA PRECIOSA CEREMONIA.
Francamente, debo admitir que el templo, la Iglesia de Nuestra Señora de los Olmos, impone. La piedra hacía que dentro la temperatura fuese aceptable, teniendo en cuenta que estábamos en julio. Y ya sabemos «la calor» que hace por estas tierras manchegas en esta época del año.
Los invitados fueron llegando. Entre ellos, mis apreciados amigos los hermanos José Luis y Oscar Carrascosa, fotógrafos también, que me facilitaron las fotografías aéreas que veis en este post, sacadas, obviamente, con un drone. Muchas gracias por vuestra colaboración.
FOTOGRAFO DE BODAS EN CIUDAD REAL.
La Parroquia lucía con los invitados en una ceremonia seguida con sentimiento y respeto. Los novios se miraban, sonreían, miradas cómplices. Encima del Altar Mayor un imponente retablo ocupa toda la pared. Además, la semi bóveda del techo ofrece frescos dignos de admirar. Siguiendo mi costumbre, como fotógrafo de bodas intento molestar lo menos posible en la ceremonia.
Y aprovecho momentos como la homilía para subir al atrio y sacar esas fotos aéreas que tanto me gustan en las iglesias.
La salida de novios fue espectacular. Confeti y arroz volaban desde las manos de los invitados por la cabeza de los novios, que poco podían hacer para evitar la avalancha.
Al poco, los abrazos, saludos, emociones tras la salida de novios. Que yo intentaba sacar con mis dos cámaras Nikon colgadas. Me encanta fotografiar estos momentos tan alegres en las bodas.
EL REPORTAJE DE PAREJA EN EL HOTEL RURAL COTO DE QUEVEDO
Tras la ceremonia, de vuelta al Hotel Rural Coto de Quevedo. Una magnífica instalación donde disfrutar en familia, con amigos, rodeado de campo, donde sólo se oye el silencio…
Hicimos aquí el reportaje de pareja con los novios. Algo sencillo, así lo querían ellos. Y así lo hice. Aparecieron las miradas, las caricias, las sonrisas…. y algún que otro beso. Tras unas cuantas fotos, rápidamente fueron llegando los invitados y nos incorporamos al cóctel. Empezaba la fiesta. Todo muy bien decorado. La verdad es que estaba todo muy bien puesto. Decoración rural, campestre.
El cóctel fue divertido. Fuimos haciendo todo tipo de fotos, se trataba de sacar a la gente, los amigos, la familia, todo ello de forma natural.
LA CENA Y FIESTA
Tras el cóctel, ya cayendo la tarde, empezó la cena. El sol se ponía en el horizonte, y cielo azul se iba oscureciendo, ofreciendo una maravillosa vista. Con una temperatura ideal, la piscina muy cerquita de las mesas nos avisaba ya de que pronto alguien se tiraría….
No podía ser de otra forma. El novio acabó en el agua en los postres. Era de esperar. Antes del baile, una proyección con montaje musical de fotos de ellos, ponía el punto y seguido para el comienzo del baile.
La fiesta duró hasta tarde. En el campo el tiempo parece detenerse. Los novios daban rienda suelta al baile mientras todos se divertían. Y yo también con ellos. Y es que fue para mí un verdadero placer ser el fotógrafo de esta Boda en Ciudad Real Hotel Rural Coto de Quevedo.
Almudena y Chemy, sólo me queda desearos que seáis muy felices. Hasta siempre.