Una boda diferente en el Restaurante Gaztelubide de Madrid.
UNA BODA DIFERENTE EN MADRID.
La boda de Julia y Juan Carlos fue una boda diferente. Sí, puede parecer que todas lo son. Pero no. No todas las bodas son diferentes. Según os vaya contando veréis por qué lo digo. Como fotógrafo de bodas he visto de todo, o casi todo. Pues bien, todavía me sigo sorprendiendo cuando me encuentro con una boda diferente como ésta que os vengo a contar en este post.
Cuando Rubén Ahijado y yo conocimos estos novios, no nos imaginábamos la cantidad de cosas que irían ocurriendo. Rubén cubrió conmigo esta boda. Aunque habitualmente realiza video, en esta ocasión hicimos la boda los dos conjuntamente como fotógrafos de boda.
CONOCIENDO A LOS NOVIOS EN EL REPORTAJE DE PREBODA.
Lo primero que me viene a la cabeza es que esta boda diferente parecía que nunca se iba a celebrar. Por motivos que no vienen a cuento, el caso es que la fecha estuvo pendiente durante más de un año. Se fue retrasando hasta confirmarse que sería en marzo de este año 2017.
Como viene siendo habitual en la fotografía moderna de boda, hicimos una sesión de fotos de preboda. Lo repito siempre: recomiendo a los novios hacer este reportaje previo a la boda con el fin conocerse un poco mejor. Con el preboda los novios pierden ese miedo inicial a estar delante de una cámara. Y el fotógrafo de boda aprovecha esta sesión para intimar más con los novios. En este caso además, la novia me confesó algo en la boda: que gracias al reportaje de preboda se había sentido muy relajada conmigo durante todo el día de la boda.
LLEGA EL GRAN DIA…
En el transcurso del reportaje de preboda, comprobamos que nos encontrábamos ante una pareja excepcional. Sencillos, buena gente. Él, uruguayo de nacionalidad y ella española. Cuando me dirigía a casa de Juan Carlos para las fotos de los preparativos del novio, iba pensando las ganas que tenía de hacer esta boda.
Llegando a casa del novio, me paro a tomar un café detrás de su casa. Y ¡sorpresa!, ahí estaba el novio junto a su padre comiendo algo, tan tranquilos. Ahí empecé a pensar que me encontraba con una boda diferente. Así que ahí nos quedamos hasta que subimos a la casa. Nunca me había pasado esto. Fue divertido.
EN CASA DEL NOVIO…
Nos esperaban Carlos, el hermano del novio y su mujer, Rocío. Poco después al empezar el cóctel, me llevaría una grata sorpresa. No sabía que Rocío cantaba flamenqueo como los ángeles. Por eso os decía más arriba que esta fue una boda diferente.
En casa del novio hicimos unas fotos divertidas. Carlos se vistió con traje y zapaos de Sir Lucky. Y tuvo lugar el primer gran momento emotivo. Digo el primero porque en esta boda, hubo muchos momentos emotivos, con fotos de fotografía emocional.
UN PRIMER MOMENTO EMOCIONAL.
El padre y hermano del novio le tenían preparada una sorpresa. Un regalo. Un hermoso reloj que emocionó al novio. Después vino el segundo gran momento emocional.
Una de las fotos divertidas fue una del novio junto a la vitrina donde su novia tiene una espectacular colección única de muñecas Barbie. Una de ellas junto a un muñeco colección del novio, fueron protagonistas en la tarta nucpcial.
EL LIBRO DE FIRMAS.
Resulta que me habían encargado un Libro de Firmas con las fotos de preboda. Los novios me pidieron que hiciera yo mismo la selección de fotos para el libro de firmas. Confiaban en mí. Así que cuando se lo llevé, no lo había visto todavía. Preparé este momento emocional. Esperé a que se vistiese y les pedí a todos que se sentasen. Juan Carlos, su padre, hermano y cuñada. Le entregué el Libro de Firmas. Caras de emoción. Les encantaron las fotos y la maquetación. Y primeras lágrimas de la tarde. Habría muchas más….
LOS PREPARATIVOS DE LA NOVIA..
Tras las fotos en casa del novio, tocaba la novia. Y claro, me llevé el Libro de Firmas para que Julia tuviera también la sorpresa. Y mis fotos emotivas. En casa de la novia me esperaba una enorme cantidad de gente. Pocas veces he visto tanta gente alrededor de la novia.
Mientras aparecía la novia, aproveché para hacer algunas fotos a los familiares que por allí andaban.
Julia apareció radiante. Un original peinado con una pequeña pamela o tocado a juego con el vestido le daban un toque especial. En la habitación principal, Julia me enseñó un marco con un papel: era el compromiso por escrito que le había hecho Juan Carlos de que se casaría con ella. Me lo enseñó emocionada. Y claro, no pudo faltar una foto del momento.
Pedí a la novia que se sentase y alrededor suyo, sus padres. Le entregué el Libro de Firmas. Más emociones. Primeras lágrimas de la novia. Y yo feliz y contento porque había sido un éxito. Y porque pude tomar fotos emocionales.
CEREMONIA EN EL RESTAURANTE GAZTELUBIDE DE LA FLORIDA.
Estaba previsto que a media tarde lloviera en Madrid. Se cumplió el pronóstico. Suele ocurrir en la transición del invierno a la primavera. Así que se cambió la idea inicial de hacer la ceremonia en los jardines del Restaurante Gaztelubide, donde se desarrolló toda la boda. Se tuvo que hacer dentro.
UNA BODA DIFERENTE
Con algo de retraso -como manda la tradición- llegó la novia. La ceremonia fue muy emotiva. Ya en la entrada de la novia, empezaron las emociones. Pero sobre todo cuando empezaron los discursos. Ahí las lágrimas de un emocionado novio, aparecieron de nuevo. Igualmente, ambos padres daban rienda suelta a sus emociones. También hubo lugar para las sonrisas. Y es que en una boda ha de haber de todo. De eso se trata: fotografía emocional, que así lo llamo yo.
El momento más intenso fue cuando los novios agarraron el micrófono y hablaron cada uno al otro. Tras las firmas, vino la salida de novios, emocionante también.
LA LLUVIA CAMBIA LOS PLANES…
Como decía, vino la lluvia, y ello hizo que la noche se adelantase. Estamos a últimos de marzo, y aunque la tarde empieza a alargarse, las nubes hicieron perder algo de luz. Así las cosas, no hubo más remedio que acortar las fotos de pareja tras la boda. Las hicimos allí mismo, en el los exteriores del Restaurante Gaztelubide. Los novios querían un reportaje de pareja como estaba previsto inicialmente; así que quedamos en hacer una sesión de fotos de postboda en unos días, ya que no se iban de viaje largo.
El reportaje de postboda fue genial. Pronto lo podréis ver en este blog.
MAS SORPRESAS EN UNA BODA DIFERENTE…
Tras el cóctel y banquete, vino la fiesta. Aquí también hubo un montón de sorpresas. Como fotógrafo de boda he visto de todo. Pero reconozco que no me esperaba todo lo que vivimos en esta boda. Por eso he titulado este post como una boda diferente.
Al comienzo del baile, aparecieron unos mariachis. Ahí empezó el baile. Seguidamente, nueva sorpresa: el novio cogió el micrófono y cantó a su novia y asistentes al ritmo de los mariachis mexicanos. Claro que ahí no quedó la cosa. Porque después fue la novia la que se arrancó a cantar. Y por si esto fuera poco, una artista de verdad, Rocío, cuñada del novio, nos deleitó con varias canciones de cante español. Después, una invitada nos regaló un canto maravilloso en gallego. Su voz era espectacular. Finalmente, un grupo de músicos amigos del novio, hicieron una actuación.
Y colorín, colorado, una boda diferente os he contado…
Supongo que ahora entendéis por qué esto fue una boda diferente. Sólo me queda dar las gracias a esta pareja encantadora, que ya forman parte de mis amigos. Disfrutamos mucho en su boda. ¡Hasta pronto!
«Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta,
sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta».
Sam Keen (1931 – )
Pepe Valenciano – una boda diferente
