PREBODA EN GUADALAJARA
Normalmente, antes de hacer una boda, suelo plantear a los novios un reportaje de fotos de preboda. En este caso hicimos la preboda en Guadalajara. Y ello porque merece la pena por varias razones que podéis ver en este enlace a mi web donde os explico en qué consiste una sesión de fotos de preboda.
Ser fotógrafo de bodas implica, entre otras cosas, conocer bien a los novios. Y para ello qué mejor que hacer una sesión de fotos de pareja, con el fin de conocernos antes de la boda. Para los novios es una oportunidad de tener unas fotos realizadas por un profesional; y que probablemente no tengan, por aquello de que todo el mundo se hace fotos con el teléfono móvil, lo cual está lejos de una fotografía profesional.
Y para el fotógrafo, es una ocasión única de intimar con los novios, de conocerles, de hacerles ver que dejarse hacer fotos es divertido y no un suplicio.
EL LUGAR ELEGIDO PARA LA PREBODA EN GUADALAJARA
Tras hablar con los novios, decidimos que lo mejor para ellos era hacer la sesión de fotos de preboda en Guadalajara. Hubo varias razones. El novio, bastante tímido, no se sentía a gusto por ahí haciéndose fotos con las miradas de la gente.
Resulta que la boda se iba a celebrar en su finca privada en la provincia de Guadalajara, en una gran extensión donde el novio tiene explotación de la finca. Allí sería el banquete, tras la ceremonia religiosa en Madrid. Así que vimos que lo mejor para ellos era hacer las fotos donde nadie les molestaría. Y para mí, ideal, para conocer los sitios donde luego haríamos el reportaje de pareja tras la ceremonia religiosa.
PASEANDO POR EL CAMPO
Los novios se sentían muy a gusto paseando por un lugar donde pasan los fines de semana. Y donde el novio trabaja el campo diariamente. Y para mí fue volver a mis orígenes, pues yo me crié en un Cortijo en Granada, donde desde muy pequeño aprendí a conducir un tractor. Y claro, cuando vi el impresionante tractor que tenían allí, de repente volví a mis años de niño.
También hubo tiempo para unos ratos de enamorados en la caballeriza, en las cuadras y en el guadarnés, lugar donde se guarda el equipo del caballo.
Esta preboda en Guadalajara fue muy amena. Divertida. Donde los novios estuvieron muy a gusto, disfrutando de la tarde hasta que fue cayendo el sol. Entretanto, me iban contando cómo se organizaría y decoraría el banquete.
Finalmente, una cerveza fría puso punto final a esta preboda en Guadalajara. Y ahora sólo queda esperar el gran día que ya os contaré.