Fotos de pareja en el parque.
UNA PAREJA ENAMORADA…
Ana y Javier querían una sesión de pareja en el parque. Así que la opción que más les gustó fue irnos a los Jardines de Sabatini. Un lugar que conozco bien por haber hecho ya algún reportaje de pareja, y también fotos de pareja de recién casados.
Son una pareja enamorada. Pero además había otro motivo: pronto la distancia les separaría…. Y es que por motivos de estudios y trabajo, Ana iba a irse fuera de España. Así que querían tener un bonito recuerdo. Para ello, nada mejor que buscar a un fotógrafo de bodas especializado en foto social. Y me encontraron a mí.
DISFRUTANDO DE UN BONITO PASEO…
Los Jardines de Sabatini dan mucho juego, fotográficamente hablando. Siempre encuentro algo distinto que no vi la vez anterior que lo visité. Pero siempre me encuentro con lo mismo. La imponente fuente central nunca funciona, oye. Claro que para esta pareja, lo más importante era disfrutar de estas fotos de pareja en el parque.
FOTOS DE PAREJA EN EL PARQUE…
Rápidamente se olvidaron de que yo estaba allí, apuntándoles con mis dos Nikon. Ellos a lo suyo, o sea, mirarse, abrazarse, tocarse, amarse…. Que para eso estaban allí. Yo tan sólo les guié un poco al principio, como siempre hago con las sesiones de fotos de pareja. Miradas, posición de manos, expresiones,…. Todo para conseguir unas fotos naturales, sin posados, espontáneas.
UNA TARDE DE VERANO…
Era primeros de septiembre. El verano iba poniendo rumbo a su final. Aunque en Madrid siempre nos regala unas semanas más de buen tiempo, el otoño cálido que solemos tener hasta finales de octubre. Con una tarde no muy calurosa, Ana y Javier disfrutaron mucho de esta sesión de fotos de pareja en el parque. Yo también con ellos. Espero de verdad que les sirvan para recordar siempre sus últimos días juntos en Madrid antes de su separación. Seguro que esta separación será sólo temporal, porque como digo siempre, el amor lo puede todo…
«En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia.
De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca».
Jacinto Benavente (1866 – 1954)